En primer lugar, como en la mayoría de los alimentos base, existía una diferencia de calidades y tipos de pan que en función de sus ingredientes y procedencia tenían un precio u otro: (algunos tipos)
- Ciabrius: Oscuro y barato, de baja calidad.
- Autopyrus: También oscuro y con la harina sin refinar, por ende también de baja calidad.
- Parthicus: Pan esponjoso de harina refinada.
- Secondarius: Hecho a base de harina integral.
- Siligeneus: Pan de harina blanca de grano tierno y blando.
- Furfureus: Con harina de salvado refinada.
- Adipatus: Pan de harina tostada a la que se le añade tocino.
Además de estos panes más típicos existen panes en función del alimento al que quieren acompañar, a los que se les da otros tintes de sabor u otras texturas. ¿Pero cómo puede afectar esto a la sociedad os preguntareis? ¿Cómo va a estratificar un pueblo? Hay que tener en cuenta lo básico que resulta este alimento del que tanto he hablado en las anteriores entradas. Habéis podido daros cuenta de lo fundamental que fue no solo como algo que se ingiere sin más, si no pese a que todos lo comían como fue una distinción, una marca, un sello que mostraba estatus.
La sociedad romana convirtió el consumo del pan, como ya he apuntado, en un elemento diferenciador. Tanto fue así que cada clase social consumía un tipo de pan distinto cuyos nombres son "Panis civilis" para los ciudadanos, "Panis plebeius" para las clases más pobres y "Panis militaris" para la tropa (los cuales tenían panaderías destinadas concretamete a ellos en las que se preparaba el pan idóneo para ser acompañado por otros alimentos como las aceitunas).
El rango social que tenían los panaderos no era al azar, debemos recordar la ley que convertía el pan en un enser fundamental de toda casa y contexto social. Es decir, no fue lo mismo ir a la panadería pública en la que todos los panes eran asequibles que a las privadas en las cuales se vendía una mayor calidad y variedad de ellos.
Tú podías comprar pan caro porque tu estatus te lo regía como algo que debías hacer si querías ser fiel a tu puesto social, podías acceder a harinas refinadas porque tus ingresos así te lo permitían.
La política romana que se regía en torno al pan era férrea y solida, era un gremio poderoso con influencia y que permitía ascender socialmente a una persona o devaluarla hasta el punto de convertirla en esclava, además de ser una profesión tremendamente endógama de la que no podías salir y en la que te veías en una situación prácticamente imposible para poder entrar (Aun que tengamos ejemplos como el del liberto mencionado en la anterior entrada y menciones a hombres casados con hijas de panaderos que han podido entrar en alguna de las cofradías de la profesión).
Alguien que elaboraba pan era alguien a quien se le debía un respeto, alguien que según la sociedad romana era capaz de representar al pueblo nada menos que en el senado de Roma.
Este es el punto mismo de este blog explicativo, ilustrar como una civilización tan lejana en el tiempo pero tan cercana a nosotros en nuestro propio imaginario tuvo esas particularidades a cerca del tema aquí tratado a través de todas las entradas que esta web tiene. NO quiere decir que fuese el aspecto más importante de su sociedad ni mucho menos, hay otros temas que priman en importancia pero quizá ya son más conocidos por el común de personas interesadas en cuestiones de la antigua Roma.
Pretendía informar a cerca de un proceso curioso, de un aspecto menos conocido de los romanos, no todo eran planos, no todo eran estrategias militares y conquistas.
También existen estas pequeñas pero importantes facetas que referían al día a día de todo romano, pobre, rico o militar.
Se que existen muchas más peculiaridades, más elementos a resaltar de estas gentes, pero de hacer eso jamás acabaríamos y nos perderíamos entre datos y más datos imposibles de relacionar.
Fascina como un alimento que tenemos tan asentado como es el pan, algo que todo el mundo da por sentado en nuestra sociedad de hoy día y al que la mayoría de personas hogaño no da mayor relevancia que un mero acompañamiento, pudo ser una de las bases de nuestro pasado.
El pan es un alimento base que iguala pero diferencia al mismo tiempo, un marcador de estatus tan particular merece un estudio a parte.
Firmado: Claudia González Bravo
Tú podías comprar pan caro porque tu estatus te lo regía como algo que debías hacer si querías ser fiel a tu puesto social, podías acceder a harinas refinadas porque tus ingresos así te lo permitían.
La política romana que se regía en torno al pan era férrea y solida, era un gremio poderoso con influencia y que permitía ascender socialmente a una persona o devaluarla hasta el punto de convertirla en esclava, además de ser una profesión tremendamente endógama de la que no podías salir y en la que te veías en una situación prácticamente imposible para poder entrar (Aun que tengamos ejemplos como el del liberto mencionado en la anterior entrada y menciones a hombres casados con hijas de panaderos que han podido entrar en alguna de las cofradías de la profesión).
Alguien que elaboraba pan era alguien a quien se le debía un respeto, alguien que según la sociedad romana era capaz de representar al pueblo nada menos que en el senado de Roma.
Este es el punto mismo de este blog explicativo, ilustrar como una civilización tan lejana en el tiempo pero tan cercana a nosotros en nuestro propio imaginario tuvo esas particularidades a cerca del tema aquí tratado a través de todas las entradas que esta web tiene. NO quiere decir que fuese el aspecto más importante de su sociedad ni mucho menos, hay otros temas que priman en importancia pero quizá ya son más conocidos por el común de personas interesadas en cuestiones de la antigua Roma.
Pretendía informar a cerca de un proceso curioso, de un aspecto menos conocido de los romanos, no todo eran planos, no todo eran estrategias militares y conquistas.
También existen estas pequeñas pero importantes facetas que referían al día a día de todo romano, pobre, rico o militar.
Se que existen muchas más peculiaridades, más elementos a resaltar de estas gentes, pero de hacer eso jamás acabaríamos y nos perderíamos entre datos y más datos imposibles de relacionar.
Fascina como un alimento que tenemos tan asentado como es el pan, algo que todo el mundo da por sentado en nuestra sociedad de hoy día y al que la mayoría de personas hogaño no da mayor relevancia que un mero acompañamiento, pudo ser una de las bases de nuestro pasado.
El pan es un alimento base que iguala pero diferencia al mismo tiempo, un marcador de estatus tan particular merece un estudio a parte.
Firmado: Claudia González Bravo
Buenas, en primer lugar enhorabuena por el blog!
ResponderEliminarMe parece muy interesante toda la información que habéis dado acerca de la producción del pan, un alimento bastante común en nuestra sociedad a día de hoy.
Un saludo!
Mª Dolores González Velarde.
!que ganas de comerme un buen adipatus! enhorabuena por el blog, esta muy interesante, es una pena que los temas alimentarios muchas veces se infravaloren
ResponderEliminar- Eduardo Matas
Buenas noches y Felices Fiestas! Me parece fascinante, conocía algo del derecho romano y su amplia extensión pero nunca había imaginado que hasta la producción del pan estaba legislada.
ResponderEliminarHola Max,
ResponderEliminarMe he quedado sorprendido al leer estos detalles acerca del pan, algo tan cotidiano, y ver la multitud de curiosidades que existen asociadas a el. Gran trabajo realizado con esta entrada y con el blog en general, enhorabuena. Un saludo.
¡Hola!
ResponderEliminarEn primer lugar, felicitaros por vuestro trabajo. En segundo, me ha sorprendido y fascinado cómo un elemento tan cotidiano como lo es hoy en día el pan pudo suponer un elemento de distinción social.
Un saludo
Itziar Sánchez Romero
Me ha resultado muy interesante tanto este apartado como todos los del blog. Asimismo, ver que la diferenciación social estaba representada en elementos tan cotidianos como el pan. Os felicito.
ResponderEliminarUn saludo
Yaiza Pérez Carracedo